Como se evoca el alma


¿Como se evoca el alma?

 Hay muchas maneras: por medio de la meditación o con los ritmos de la carrera, el tambor, el canto, la escritura, la composición musical, las visiones hermosas, la plegaria, la contemplación, el rito y los rituales, el silencio e incluso los estados de ánimo y las ideas que nos fascinan. 
Todas estas cosas son llamadas psíquicas que hacen salir el alma de su morada. 

No obstante, yo soy partidaria de los métodos que no requieren ningún accesorio y que se pueden poner en práctica tanto en un minuto como en un día entero. Lo cual exige la utilización de la mente para evocar el yo del alma. Todo el mundo está familiarizado por lo menos con un estado mental en el que puede alcanzar esta clase de soledad. En mi caso, la soledad es algo así como un bosque plegable que llevo conmigo dondequiera que voy y que extiendo a mi alrededor cuando lo necesito. Allí me siento bajo los viejos y grandes árboles de mi infancia.

Desde esta posición estratégica hago mis preguntas, recibo las respuestas y después reduzco de nuevo mi bosque al tamaño de un billetito amoroso hasta la próxima vez. La experiencia es inmediata, breve e informativa. En realidad, lo único que hace falta para alcanzar una soledad deliberada es la capacidad para desconectarse de las distracciones”. (...)

Puede resultar raro al principio, pero lo cierto es que las personas conversan constantemente con el alma. Sin embargo, en lugar de entrar en este estado de una forma consciente, muchas caen en él de golpe a través de un ensueño o "estallan" de repente y se "encuentran" en él sin más. Pero, puesto que normalmente se considera una circunstancia desafortunada, hemos aprendido a camuflar este intervalo de comunicación espiritual designándolo con términos mundanos tales como "hablar con una misma", estar "perdida en los propios pensamientos", tener "la mirada perdida en la distancia" o "pensar en las musarañas". Muchos segmentos de nuestra cultura nos inculcan este lenguaje eufemístico, pues por desgracia ya en la infancia se nos enseña a avergonzarnos si nos sorprenden conversando con el alma, sobre todo, en ambientes tan pedestres como el lugar de trabajo o la escuela.

Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés

El viaje del heroe II


"Nuestro miedo más profundo no es a ser incapaces. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos más allá de toda medida

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos atemoriza.
Nos decimos a nosotros mismos: ¿quién soy yo para ser brillante, genial, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quiénes somos nosotros para no serlo?
Tú eres un hijo de Dios.
El hecho de hacerse pequeño no sirve al mundo.
Nada hay de iluminación en encogerse para que otros no se sientan inseguros a tu alrededor. Todos tenemos que brillar como hacen los niños. Nacimos para manifestar la gloria de Dios que llevamos dentro. Y no está sólo en algunos de nosotros, está en todos. Cuando dejamos que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a los demás para que hagan lo mismo. A medida que nos liberamos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros."

Texto de Marianne Williamson que ha sido citado ampliamente porque fue leído por Nelson Mandela en una ocasión señalada.
Esta cita es una descripción del potencial que reside en el héroe cuando realiza su llamada y regresa al mundo del que partió para compartir aquello nuevo que trae.

El Viaje del Héroe es también conocido como el Monomito, ya que es una historia arquetípica, un patrón de comportamiento que se repite no importa la época o la cultura. Fue el mitólogo e historiador Joseph Campbell quien primero habló de este patrón en los años 40 del S. XX. Tras su extensa investigación, viajes y estudio alrededor del mundo, conociendo las mitologías de cada pueblo y cultura, observó que existía una historia común a todos esos relatos. Esta historia es el patrón del viaje del héroe y está constituida por tres fases principales:

La Separación o la partida
La Iniciación – aprendizaje
El Retorno – el regreso
Este patrón de tres se enmarca en 17 etapas por las cuales el héroe transcurre hasta llegar a integrarse con los dos mundos, en el de las sombras y en el de la luz, ya que comprende que ambos forman parte de la misma realidad. Pero para llegar a ese estado, el héroe atraviesa y debe enfrentarse a numerables retos adquiriendo con cada etapa mayor conocimiento de sí mismo y de la realidad.


Me gustaría comentar brevemente cada una de estas 17 etapas:

LA SEPARACIÓN:

La Llamada

Momento en el que recibimos una invitación para empezar o iniciar un nuevo proyecto, una nueva aventura sea cual sea. La invitación puede venir a través de un heraldo (una persona que nos comunica algo), o la vida misma que a través de ciertas circunstancias nos llama a cambiar algo en nuestras vidas o aventurarse a experimentar algo nuevo. Esa llamada se vive como un impulso desde dentro, una intuición, una necesidad a realizar.

Como comenta J. Campbell, es el inicio del “despertar del yo, y esta llamada levanta el velo que cubre un misterio de transfiguración”.

El Rechazo a la Llamada

Es muy típico que como mecanismo de defensa desconfiemos, dudemos, neguemos nuevas posibilidades, y si es así, nos perdemos la oportunidad de evolucionar y crecer a través del enriquecimiento que conllevan nuevas experiencias. El rechazo a la llamada es común, debido al miedo, pero cuando superamos ese miedo inicial, aceptamos la llamada entrando así en un nuevo viaje.

Roger Walsh afirma que aquellos que rechazan la llamada la única opción que les queda es reprimir el mensaje y sus profundas y largas consecuencias. Sólo a través del rechazo el no-héroe puede regresar al mundo de la comodidad o lo que Walsh denomina “tranquilización por la tribu”.

Es importante recordar aquella frase de Maslow que viene a decir que si pretendemos ser menos de lo que podemos llegar a ser, nos garantiza que seremos profundamente infelices…

Ayuda Sobrenatural

Antes de iniciar la aventura en sí misma, el futuro héroe suele encontrarse con una figura protectora que de algún modo vela por él. Además suele recibir ayudas manifestadas de múltiples formas. Desde mi experiencia, este tipo de apoyos suelen llegar a nuestras vidas de forma sincrónica, en otras palabras, por coincidencias no casuales, lo que suele llamarse por sincronicidad.


El Cruce del Primer Umbral

De acuerdo con Campbell, el umbral marca para el héroe la división entre el mundo familiar y conocido por el desconocido. Atravesar el umbral marca el inicio de la aventura, además, esconde un misterio de transfiguración y transformación. Lo cual significa que nosotros y nuestra vida se transformarán en el momento que vivimos en el mundo desconocido.

Ante tal umbral existen guardianes que velan por la entrada. Generalmente estos guardianes pueden ser representados por nuestros miedos, dudas y temores por este motivo suelen identificarse como demonios o dragones. Podemos encarnar a cada uno de nuestros temores con una figura, ésta será la que impedirá que traspasemos al otro lado del umbral. Sólo cuando encaramos tal miedo con determinación a superarlo, podremos atravesar.

El Vientre de la Ballena

En ocasiones el héroe debe morir para pasar el umbral. El paso al mundo desconocido trae en sí mismo una metamorfosis de la conciencia del héroe ya que como indica Campbell, “el horizonte familiar de la vida se ha sobrepasado, los viejos conceptos, ideales y patrones emocionales dejan de ser útiles”.

¿Quién soy entonces?. Si hasta ahora era en función de esos esquemas de la realidad y la mayoría por no decir todos, se han venido abajo, ¿quién soy?

Una profunda crisis interna por falta de referentes, en la que la realidad se ve completamente transformada y se produce una desorientación importante en el héroe. La confusión, el miedo, la destrucción de las estructuras que sustentaban la realidad se vienen abajo y ello conlleva una muerte.

Cabe recordar las palabras de Ananda K. Coomaraswamy: “ninguna criatura puede alcanzar un más alto grado de naturaleza sin dejar de existir”.


LA INICIACIÓN:

El Camino de las Pruebas

El camino de las pruebas representa el proceso de “purificación del yo”, mediante el cual se produce un proceso de disolución, de trascendencia, o de transmutación de las imágenes infantiles de nuestro pasado personal. En otras palabras, mediante las pruebas que el escenario de la vida nos pone, podemos transformarnos como personas. Este proceso es el proceso de individuación e integración de las diferentes partes de nosotros mismos que están separadas de nuestra identidad, los contenidos de nuestra sombra que requieren emerger a la superficie para ser integrados en nuestra consciencia.

Hay una cita de C.G. Jung que es muy descriptiva de este camino de purificación del yo o de integración de la sombra, dice así: “Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad. Este último procedimiento, no obstante, es desagradable y por tanto, nada popular”.

Para que esto pueda tener lugar, es precisa la sanación de las heridas emocionales y espirituales que llevamos con nosotros. La sanación de esas heridas nos permite recuperar energía y poder interior para hacer lo que tenemos que hacer en la vida. Existe una correlación entre esas heridas y los talentos que podemos poner a disposición del mundo.

Tales pruebas pueden manifestarse a través de algunas de las siguientes circunstancias:

La salud (enfermedades)
La utilización del poder político, mediático y/o económico.
Pérdidas familiares, económicas, etc.
Cambio de ubicación geográfica
Relaciones con otras personas, conflictos a resolver con ellas
Creación de proyectos y nuevas andaduras
Pruebas espirituales
Tentaciones de todo tipo
Un entorno político-económico-social desafiante como el actual.
El Encuentro con la Diosa

Lo femenino representa simbólicamente todo lo que puede conocerse, y representa el matrimonio místico, el encuentro con lo más sagrado. El encuentro con la Diosa representa la realización de que nosotros y nuestro opuesto somos uno. Es el encuentro con el bien y mal, el odio y el amor, la destrucción y la construcción, dos facetas que forman parte de la misma esencia del Todo.


Una manera de representar este encuentro con la imagen de la Diosa Kali, la destructora. Por un lado la energía femenina gesta vida, es creadora, cuidadora y protectora, pero a la vez también puede ser destructora y aniquiladora de vida. El encuentro con esta faceta destructora nos hace entender que ambas son las dos caras de una misma moneda.

La Mujer como Tentación

Como parte de esta etapa, la vida nos tienta de diferentes maneras para probar nuestra fortaleza interior. En este caso me gusta poner las tentaciones de Jesús y de Buda para ejemplificar el tipo de tentaciones.

Las 3 tentaciones de Jesús (en el Evangelio de San Mateo 4:1-11):

Tras 40 días en el desierto, el diablo se aparece ante Jesús y le tienta tres veces:

La primera tentación: como que tiene hambre le dice que convierta tres piedras en pan – en este caso la tentación está en utilizar los recursos y capacidades únicamente en beneficio propio.
La segunda tentación: consiste en tirarse por un precipicio y demostrar que no le ocurre nada – aquí sería una manifestación pública del propio poder.
La tercera tentación: el diablo le pide que le rinda homenaje para conseguir la gloria obteniendo poder político, económico, social y religioso.


Las 3 tentaciones de Buda:

Tras varios días meditando bajo el árbol de Bodi, Buda se enfrenta a Mara, su equivalente al diablo para la religión cristiana.

La primera tentación: Mara envía a sus sensuales hijas  – tentación sexual, la lujuria.
La segunda tentación: Mara envía calamidades climáticas – el miedo a la autodestrucción.
La tercera tentación: Mara le dice a Buda que no regrese al mundo porque nadie le entenderá, y por tanto no vale la pena enseñar – tentación a la razón, “nadie entenderá la experiencia de la iluminación”. Es la tentación del rechazo al regreso (que veremos en una fase posterior del viaje del héroe).
La Reconciliación con el Padre

Esta es una de las piedras angulares del proceso del viaje del héroe, ya que con ella asumimos la autoridad interna. El héroe debe pasar al mundo adulto dejando atrás la posición de hijo y convertirse en padre; postura que conlleva una posición adulta, de control del curso de la propia vida, de independencia y de autoridad. Dejar atrás la culpa generada por el miedo a las faltas cometidas hacia al padre y las represalias que éste podría llevar a cabo contra el héroe. Básicamente el miedo al castigo.

El posicionarse a la misma altura que el padre, tanto biológico, como Divino o Cósmico, hace que el miedo al castigo se desvanezca. Ya no es una figura que está por encima, sino que se ha convertido en él. Es la plena asunción de la propia soberanía, de responsabilidad

En esta evolución del héroe hacia la figura del padre, puede encontrarse con alguna figura de autoridad que se sienta amenazada por la ascensión de éste a su rango o también puede verse ayudado por éste para ascender.

La Apoteosis y la Gracia Última

Joseph Campbell considera la Apoteosis de la Gracia Última como etapas separadas, pero personalmente las veo muy similares ya que una implica la otra. Es como una repetición una de la otra así que las contemplo como una única.

Esta última fase de la iniciación, es el punto desde el que el héroe comprende la vida, la muerte y a sí mismo. Ha atravesado los últimos terrores de la ignorancia y por tanto accede a un estado de conciencia superior, al estado de la mente de Buda. Esto podría traducirse en el momento en el que el héroe consigue:

 Consigue un elixir (un descubrimiento científico en forma de producto)
 Experimenta una comprensión profunda de algún aspecto de si mismo o de la vida
 Realiza algún descubrimiento científico que puede beneficiar al mundo
 Alcanza un grado elevado de conocimiento y sabiduría.

EL REGRESO:

El Rechazo al Regreso:

Cuando uno ha realizado en si mismo ciertas verdades, ha llegado a cierto estado de conciencia y bienestar interno lo último que suele querer es volver al mundo denso y complicado que nos aparta de ese estado de plenitud.  En ese momento es fácil que se produzca el rechazo al regreso o el rechazo a la segunda llamada, la de regresar al lugar de origen. Son dos mundos contrarios que debe armonizar después de sus experiencias de plenitud. Este rechazo puede manifestarse de alguna de estas maneras:

no interesarse por lo que ocurre en el mundo,
no relacionarse con personas que no estén al mismo nivel
quedarse apartado de la sociedad
no compartir lo descubierto con la sociedad
no regresar físicamente si es que el viaje ha supuesto la partida geográfica.
El Vuelo Mágico

En ocasiones el héroe regresa con la ayuda de un protector, alguien que nos acoge en el regreso. En este caso sería alguien que nos introduce de nuevo en el mundo normal, presentándonos personas, lugares y favoreciendo circunstancias para nuestra reintegración.

El Rescate desde el Mundo Normal

Otras veces el héroe necesita ser rescatado desde el mundo normal para poder volver. En este caso, el héroe no puede volver por si mismo y necesita la ayuda.

El Cruce del Umbral

Con el regreso al mundo normal, el héroe debe cruzar de nuevo otro umbral, es el umbral que nos devuelve al mundo de las sombras.

Es interesante también analizar los retos que conlleva este regreso, uno se pregunta cosas como:

¿Cómo enseñar lo que ha aprendido uno en el viaje?
¿Cómo dar en el lenguaje del mundo información que proviene de otras realidades?
¿Cómo explicarle al mundo que nos rodea lo que hemos aprendido sin morir en el intento?
¿Cómo explicar cierta información para que sea fácilmente comprensible, para que pueda llegar a ser aceptable y pueda provocar una transformación en el individuo?
¿Cómo compartir lo que hemos aprendido sin perder la paciencia, la tolerancia, el respeto al libre albedrío?
¿Cómo mantener nuestra fe en un mundo de escépticos?

Además de estos retos, tenemos el reto por excelencia del regreso, EL APEGO A LA VERDAD. En palabras de Campbell, “no dejarse atrapar por el tesoro, por el mensaje, por lo conquistado; en definitiva, no dar nunca la aventura por concluida”.
La palabra viva puede fácilmente convertirse en dogma, en letra muerta ya que se desconecta de la experiencia. Suele ocurrir que el héroe pronto se anquilosa, pierde su fuerza, enfangándose en el mundo de las sombras y de la cotidianidad. Es entonces cuando el héroe pasa de salvador a tirano que ha olvidado su destino, al final se ha convertido en el ogro contra el que luchó.

Maestro de dos Mundos y Libre para Vivir

En esta ocasión ocurre lo mismo que con la Apoteosis y la Gracia Última, realmente no veo diferencia entre ambas etapas a pesar de que Campbell las considera separadas. Ser Maestro de dos mundos, poder vivir en el mundo de las sombras y en el de la luz nos hace libres para vivir, por tanto personalmente lo veo como una única y final etapa.

El maestro es el héroe que pertenece a los dos mundos y se mueve por ambos como si fuese uno. Esta es la libertad absoluta en la que el héroe, el hombre, nosotros mismos nos reconciliamos con la muerte y por lo tanto con la vida. En definitiva, la finalidad del héroe es la reconciliación total no sólo consigo mismo sino con la colectividad y con el mundo.


El viaje del héroe I


El mito del Viaje del Héroe es un arquetipo que cobra vida en el mundo interior de aquellos que se aventuran a explorar territorios y ámbitos más allá de los socialmente aceptados y conocidos. El Viaje del Héroe es la aventura de llegar a ser quienes de verdad somos; aventura que inevitablemente nos llevará a dejar atrás mundos conocidos para explorar lo desconocido, transformando nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Es un mito, una historia escrita en todas las culturas de todos los rincones del planeta desde que el hombre pisó la Tierra. Es un arquetipo que guía nuestros pasos.

El viaje del héroe es la historia común de aquellos que emprenden un viaje en busca de un sentido más trascendente para sus vidas; de aquellos que necesitan y se atreven a ir más allá de los límites; de aquellos que se atreven a saltar al vacío, aquellos que renuncian a mayor bienestar físico por mayor integridad moral y humana; es la historia de aquellos que se atreven a cuestionar su realidad, su entorno y lo percibido como lo normal; aquellos que necesitan compartir con su entorno, con el mundo, algo que descubren en beneficio de todos; aquellos que se atreven a experimentar en si mismos más allá del rango conocido de experiencias humanas, para regresar y ampliar las posibilidades sobre el potencial humano; aquellos que se atreven a pensar y sentir diferente, a sacar una mano, un brazo, un pie y una pierna de la caja que limita su realidad para descubrir nuevas posibilidades vitales; aquellos que son tildados de locos, de raros, de diferentes, de incomprendidos, aquellos que se atreven a manifestar su verdadera naturaleza, aquellos que se atreven a ser ellos mismos. 

En definitiva, aquellos que se atreven a manifestar su verdadera naturaleza divina y brillar como lo hace el sol sin miedo al qué dirán o a incomodar a otros en su mediocridad.



El viaje del héroe comienza con la “tierra baldía” de una vida carente de autenticidad.
Los viejos conceptos, ideales y pautas emocionales ya no encajan; se acerca el momento de traspasar el umbral.

La llamada a la aventura se presenta de muchas maneras a lo largo de los años, tanto sutiles como explícitas.
Es una llamada al servicio, a entregar nuestra vida a algo más grande que nosotros mismos, la llamada a convertirnos en lo que estamos llamados a ser, la llamada a realizar nuestro “designio vital”.

Algunos de los llamados a la aventura eligen ir.
Otros pueden estar luchando durante años con el miedo y la negación antes de poder trascenderlos.

Tendemos a negar nuestro destino por nuestra inseguridad, por nuestro miedo al ostracismo, por nuestra ansiedad y falta de coraje para arriesgar lo que poseemos.
En el fondo sabemos que cooperar con el destino aporta un gran poder personal y responsabilidad.
Si nos implicamos en nuestro destino, nos abrimos al designio del universo, que se expresa a través de nuestro designio personal.
Si nos negamos, continuamos sintiéndonos inquietos.



Después, como surgida de la nada, se presenta la guía: algo o alguien que nos ayuda a traspasar el umbral de la aventura.
Puede tomar la forma de voces dentro de las personas o de personas que nos guían y nos permiten ver el camino.

Cuando decimos sí a la llamada, traspasamos el umbral. Sobre ese momento de decisión, Buber dice: “E incluso esto no es lo que ‘deberíamos hacer’, más bien no podemos hacer otra cosa”.

En ese punto nuestra libertad y el destino se funden. “Aquí estoy. No puedo hacer otra cosa”, dijo Martin Lutero.

Atravesamos las puertas de lo desconocido hacia el vacío, un dominio carente de mapas. Comienza el peligroso viaje y nos encontramos con una serie de pruebas, peripecias y peligros.
Es un lugar de terror y oportunidad.

Si estamos verdaderamente comprometidos a seguir nuestro sueño, hay una fuerza más allá de nosotros y de nuestra voluntad consciente que nos ayuda a lo largo del camino y nutre nuestro crecimiento y transformación.



Unas manos invisibles guían nuestro viaje con una precisión infinitamente mayor de lo que sería posible si sólo interviniera nuestra voluntad consciente.

Campbell dice que es “la fuerza sobre natural” que ayuda a “los elegidos en medio de sus pruebas más penosas”.

A lo largo del viaje nos encontraremos inevitablemente con uno o más de estos retos supremos que ponen a prueba nuestro compromiso con el camino que hemos tomado y nos dan la oportunidad de aprender de los errores.



En los estadios postreros del camino cruzamos un umbral tras otro, soportando la agonía del crecimiento espiritual y rompiendo nuestras limitaciones personales.

Cuando emergemos del encuentro supremo ya no somos la misma persona; “tenemos algo más que ha crecido en nosotros”, dice Buber.
Finalmente, con la misión cumplida, regresamos trayendo el elixir que restaura la sociedad.

Es difícil dejar atrás la bienaventuranza de las últimas etapas del viaje, un estado de aventura suprema, para volver al lugar largo tiempo olvidado del que partimos, donde personas que son fragmentos de sí mismas imaginan ser totales.

Al volver resulta difícil integrar el duro golpe que suponen las preguntas razonables, los resentimientos y la buena gente que no llega a comprender.

Y regresamos únicamente para preparar el viaje siguiente; pero volvemos como seres nuevos y potentes, preparados para ponernos de nuevo al servicio de la comunidad.


 Referencias: Joseph Campbell y el viaje del héroe. 
“El Héroe de las Mil Caras. Psicoanálisis de un Mito“, publicado en el 1949.
Imágenes (a excepción de la última): Susan Seddon Boulet  







Imagina a una mujer

Imagen: Susan Seddon Boulet, Skywatcher


Imagina una mujer que cree que es correcto y bueno que ella sea mujer.

Una mujer que honra su experiencia y cuenta sus historias.
Que no acepta cargar con los pecados de otros en su cuerpo y su vida.
Imagina una mujer que cree que ella es buena.
Una mujer que confía en sí misma y se respeta.
Que escucha sus necesidades y deseos y los abraza con ternura y gracia.

Imagina una mujer que ha reconocido la influencia del pasado en el presente.
Una mujer que ha recorrido su pasado.
Que ha sanado en el presente.

Imagina una mujer autora de su propia vida.
Una mujer que inicia, se esfuerza y se mueve en su propio nombre.
Que no acepta rendirse, excepto a su Ser más verdadero y a su voz más sabia.

Imagina una mujer que nombra a sus propios dioses.
Una mujer que imagina la divinidad a su imagen y semejanza.
Que diseña su propia espiritualidad y permite que ella le informe su vida diaria.

Imagina una mujer enamorada de su propio cuerpo.
Una mujer que cree que su cuerpo es suficiente, tal como es.
Que celebra su cuerpo y sus ritmos y ciclos como un recurso exquisito.

Imagina una mujer que honra el rostro de la Diosa en su propio rostro cambiante.
Una mujer que celebra la acumulación de sus años y su sabiduría.
Que se niega a usar una preciosa energía ocultando los cambios en su cuerpo y en su vida.

Imagina una mujer que valora a las mujeres en su vida.
Una mujer que se sienta en círculos de mujeres.
Que le recuerdan la verdad sobre sí misma cuando ella olvida.

Imagínate a TI misma como esa mujer.

Patricia Lynn Reilly, de Imagine a Woman in Love with Herself


El jardinero fiel



Niégate a caer.

Si no puedes negarte a caer, niégate a permanecer en el suelo,
eleva tu corazón hacia el cielo
y, como un mendigo hambriento, suplica que te lo llenen,
y te lo llenarán.

Puede que te empujen hacia abajo.
Puede que te impidan levantarte.
Pero nadie puede impedirte elevar tu corazón
hacia el cielo...
sólo tú.

Es justo en medio de la desdicha cuando muchas cosas se aclaran.

El que dice que nada bueno se ha conseguido con ello
es que aún no está prestando atención.

Plegaria, del libro El jardinero fiel. Clarissa Pinkola Estés.



"... Estoy segura de que, mientras cuidemos con esmero de esta poderosa fuerza, aquello que parecía muerto ya no lo estará, lo que parecía perdido dejará de estarlo, lo que algunos consideraban imposible será claramente posible y cualquier terreno en barbecho estará simple-mente descansando... descansando y a la espera de que la bendita semilla sea venturosamente llevada por el viento."
Y lo será.

Clarissa Pinkola Estés. El jardinero fiel

Enlace al libro en PDF


Vive mientras puedas



No conocía su condición. La vi desde el primer día, porque estaba en la habitación de enfrente, y en ese lugar las puertas corredizas de mantienen abiertas, o semi cerradas. 
El marido de la mujer era simpático. Se rió de mi en un par de ocasiones. 
Ella no me miraba directamente, ni yo a ella, aunque ambas nos habíamos visto. 
En una de las ocasiones en las que levanté del sillón para ir a hacer algo, la vi del otro lado del pasillo. Estaba en la cama, de costado, con un camisón blanco estampado y me miró. Le sonreí y ella me devolvió una sonrisa.
 
El hombre me contó después cual era su estado... 
Ella me había sonreído. Es lo único que recuerdo ahora. 

¿Tiene la gente derecho a quejarse por pavadas y  preocuparse por estupideces cuando alguien a quien ya no le queda nada, aún puede sonreír? 

No sé. Espero que se tomen un tiempo para sonreír como esa mujer, cuyos minutos ya no podían ser desperdiciados y usó en segundo en mi.

fuente: http://clarisse-darkness.blogspot.com.es/


Dios es negra



Creo que tenía unos veinticinco años cuando vi por primera vez esta pintada, en una vieja pared, de un viejo edificio cuya fachada sigue contemplando el paso del tiempo. Y desde entonces siempre que circulo por allí, la busco hasta que doy con ella, cada vez más difícil de encontrar, por que el tiempo no es amigo de la permanencia.

Siempre me fascinó mi interpretación de la frase y la conexión temporal que me une a la persona que la escribió. No se en qué circunstancias fue escrita ni qué significado quería plasmar su autor, pero siempre supuse que Dios debía ser una mujer por que "a su imagen y semejanza" es la mujer la que "da a luz", la que crea la vida. Y también supuse que debía ser negra por que siempre he pensado que los primeros "hombres" que poblaron este planeta empezaron a "ser" en pleno continente africano, quizás por algo que leyera en aquel entonces.

Pero cuando tomaba toda la atención posible, hace siete años, a las letras escritas por un filólogo inglés llamado Alan Watts, de repente la frase de marras vino a mi como un soplido fulminante, y entendí perfectamente la pintada que me había acompañado trece años de mi vida, resonante en mi cabeza.

Para entonces, la imagen de Dios estaba completamente extinta. Ese señor omnipotente que todo lo conoce, que te mira fulminante si haces algo "malo" o que te espera a tu muerte, había desaparecido de mi mente. Por otro lado, la nueva imagen de Dios, el de la ciencia absoluta, carecía de cierta relevancia para mi y no me ofrecía mucho más que la imagen de un Dios bueno que perdona todo y que está siempre contigo acompañando te en el camino. Nada de esto me resultaba atrayente y había quedado en el olvido y sin embargo la idea del Tao chino empezaba a formarse como algo natural, alejado de la imagen de Dios y totalmente incomparable, sin substancia ni personalidad, y totalmente "oscuro" a mi entendimiento.

Oscuro, negro. La fuerza creadora y preservadora, la fuerza continuadora y sin embargo completamente negra a mi entendimiento y a mi consciencia, concluía en la frase "Dios es negra!". Eureka! Eureka!

Nunca sabré quién escribió la frase. Tampoco en qué sentido lo hizo. Pero como el Tao... ¿Qué importancia tiene?

Fuente: http://elmanuscritozen.blogspot.com.es

La piedra de la paciencia



"En la mitología persa, “Sangue Sabur” (la piedra de la paciencia), es una piedra mágica a la que uno le cuenta sus desgracias, sus sufrimientos, sus miserias, para confiarle todo lo que no nos atrevemos a revelar a los demás. 
La piedra escucha, absorbe como una esponja todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota.
Y ese día, uno queda liberado..."


‘La piedra de la paciencia’ cuenta la historia de una mujer afgana, cuyo marido se queda en estado de coma en plena guerrilla tras haber sido herido en una disputa. Ella se ve envuelta en una difícil y complicada situación a la que se suma la responsabilidad de cuidar de sus dos hijas, de las que a partir de ahora tendrá que hacerse cargo ella sola. Totalmente desesperada por la pérdida de su esposo, y sin ningún apoyo, decide acudir a la ayuda de su tía, una mujer liberada, y la única persona que puede proporcionarle esperanzas.

Con el objetivo de sacar a la joven de su profunda angustia, su tía le cuenta la leyenda de ‘La piedra de la paciencia’, un objeto que escucha todas tus inquietudes y que debe destruirse para deshacerse de todos tus problemas. Tras escuchar esta historia, la protagonista se dirige a su casa decidida a deshacerse de todo aquello que le hace sentirse prisionera e infeliz. En este proceso aparecerá en su vida un joven soldado por el que sentirá una fuerte atracción, lo que acrecentará aún más sus conflictos internos.


Sensual y espeluznante, la vida y la muerte se van cruzando entre sí sin descanso y con furia.  'La piedra de la paciencia' resulta hipnotizadora, una versión moderna de los cuentos de Sherezade y una parábola sobre el sufrimiento de las mujeres afganas.

La luminosa y extraordinaria interpretación principal de Golshifteh Farahani es lo que principalmente distingue a esta ambiciosa adaptación de un best-seller ganador de premios.


Muchas veces las palabras no explican con claridad lo que sentimos, es inútil tratar de explicar aquellas cosas que se encuentran en el fondo del alma, sin el temor de decir la palabra (o saeta) incorrecta... otras veces, tememos el agobiar o hacer de las personas que queremos un saco de descarga para ello, cuando a veces son pequeños periodos que pasan y que la gente que mas queremos sabe que estamos allí para todos los momentos en los que nos necesiten...los persas lo sabían, utilizaban su "sangue sabur" cuya traducción seria "La piedra de la paciencia" era una roca que se cogía entre ambas manos en algún lugar estando solos, lejos de todos y con la roca entre las manos, comenzaban a contarle todas las vivencias, palabras, sufrimientos y pensamientos que nunca se atrevían a decirle a nadie...cuenta la leyenda que la piedra absorbía todo el dolor, el llanto, la pena, la culpabilidad de su dueño y que algún día la piedra estallaría liberando a su portador de esa carga moral y de todo sufrimiento... no sé si a alguien le estallaría la piedra entre las manos o la encontrase hecha polvo al amanecer... lo que si sé, es que al menos, podrían sentirse escuchados.

El poder de las palabras es descomunal, peligroso, casi religioso, como el poder de un "si" o un "no", el poder de cambiar el camino de una persona (o cambiar el nuestro) al dar una respuesta, nos deberia de hacer pensar en escoger con cuidado en los momentos importantes lo que vamos a decir y lograr la conjunción perfecta con lo que sentimos.. no por ello debemos callar, ni dejar de actuar, simplemente ser honestos, sinceros y libres, siempre fieles a nuestro corazón y al instinto que de una manera u otra nos indica lo que nos hace felices. ¿Destino? No lo sé... Cuenta una leyenda japonesa que al regresar de China, Kakúa (Uno de los primeros maestros del budismo Zen) fue llamado por el emperador y le pidió que le contara acerca de toda la sabiduría que había acumulado en China. Kakúa extrajo su shakuhachi (flauta de bambú), y toco una melodía, le hizo una reverencia y se fue. El emperador comprendió lo que quería decir... no siempre se requieren palabras...

A lo largo de la vida el arte ha estado allí, en todas sus manifestaciones dándonos entre su constante fluir por la historia, revelándonos el alma de su creador. Otra antiquísima leyenda persa contada por el poeta Hafiz, dice que Dios hizo una estatua de barro a su semejanza, pero cuando quería insuflar alma a esta estatua, esta no se dejaba atrapar, pues quería ser libre, no quería ser ni limitada ni atada, el alma no quería entrar en el cuerpo, porque le representaba una prisión. Dios pidió a sus ángeles que tocaran música, cuando lo hicieron, el alma se sintió extasiada y quería vivir la música directamente, y entró al cuerpo.

Por ello tal vez, (por la naturaleza libre del alma y según los persas, la tragedia que es para el hombre la presencia de ese deseo de libertad), hombres y mujeres a través de la historia vivimos esa necesidad de hablar, de escribir, de cantar, de pintar, de ejercitarnos, de amar, de viajar, de descansar de la rutina, haciendo algo que nos de estar a solas con nosotros mismos escuchándonos, comprendiendonos... para poder salir y dar lo mejor de nosotros a los que queremos con el corazón limpio y convivir con el mundo en paz, reflexionando en acción y reacción manifestándonos en palabras y actos acordes al alma, la conciencia y el amor.

Demos una oportunidad aunque sea minúscula al espíritu... de ser libre.


One moment in time




Un momento en el tiempo.

Bajo el pretexto de la locura y con un par de copas de más mezcladas con alguna sustancia alucinógena que cegaba su capacidad de reflexión, decidió pasear sus largas piernas por las lujosas baldosas de la habitación del Beverly Hilton. Su imaginación trastocaba una realidad errónea a la proyectada en su retina, la cual trabajaba al cien por cien intentando recuperar el glamour que antaño conservaba sobre los escenarios de medio mundo. 

Dio un largo trago a la botella de whisky cortesía del gerente del hotel y entró al baño susurrando un “I’ll always love you”.





La espera


La espera nos da una forma. 
Una silueta. Una cadencia al caminar. 
Un sonido de pasos que se acercan. 
Un timbre de voz. Una apuesta. 
La espera nos da un motivo. 
Un desafío. Una ofrenda. 
Un querer llegar y un temor a cuestas. 
Un reconocernos, en ello, parecidos. 
La espera nos da una intriga. 
Un dulce abismo. Y un deseo de avanzar. 
Y la magia de alcanzar. Y el temor de haber caído. 
Un tuyo. Y un mío. Y un nuestro, por comenzar. 
La espera nos da un sentido. 
Andando en una dirección. Sin presión y con guía. 
Entrega sostenida y suave melodía para una canción. 
La espera nos hace y nos dibuja. 
Y vamos adivinando el color. 
Somos estelas cruzando cielo. 
Somos vuelo. Y somos sol.

“La espera” 
Autor: Marcela Peralta




El velo dorado

 Curt Cobain unos meses antes de suicidarse

Eramos jóvenes y aún teníamos el velo dorado delante de los ojos.

La acción nos arrebataba, adorábamos aquellas historias épicas en donde se enfrentaban el bien y el mal satisfaciendo nuestros anhelos de aventura.

Viajábamos con la imaginación, crecíamos y ramificábamos partiendo de aquella maravillosa semilla, y aunque existiesen demasiados estereotipos y errores en nuestras vidas nos daba igual por que no lo percibíamos. Solo veíamos a través del velo dorado...

Un día incierto, el velo dorado cayó de nuestros ojos y nunca más volvió. Fue entonces cuando comenzó a desaparecer el brillo de nuestras miradas y la vida enterró para nosotros, paulatinamente su dorado esplendor.

(Texto Jazzvida)

True colors, Cindy Lauper




El primer brote de la naturaleza es dorado,
su matiz más difícil de mantener.
Su hoja temprana es una flor;
pero es así sólo una hora.
Después las hojas ceden hacia otras hojas.
Así como el Edén se hundió en angustia,
el amanecer acaba enterrado en día. 
Nada dorado permanece.

"Nothing Gold Can Stay" - Robert Frost.


La reina del Vudú

Cuando un fotógrafo ha sabido mirar a través del objetivo de su cámara para captar la fuerza de un momento irrepetible y reconoce esa magia como algo mucho mas valioso que la calidad técnica de su equipo fotográfico, a eso... se le llama sensibilidad.

Esta es una de esas fotografías que me gustaría sentir como propia, creo que se titula Old woman smoking (anciana fumando) pero a mi, que necesito bien poco para que se me dispare la imaginación, me gusta llamarla: La reina del Vudú, Black magic woman, Gypsy Queen y cosas por el estilo.

Fotografía de Sandy Powers
El desierto, Lhasa de Sela

Te quedas mirando el retrato como hechizado/a no sabes muy bien por que... pero puedes sentir su magnetismo e intuir que esa anciana señora siempre fue todo menos una dama, porque ella es como esos seres primordiales que están mas allá del bien y el mal, tan antiguos y herméticos como el mismo conocimiento. De pronto te sobresaltas, sientes sus ojos que te miran de arriba abajo con ancestral desdén mientras el humo del cigarrillo puro que exhala de sus labios cobra vida y te impacta de lleno en el rostro y crees oír su voz alta y clara diciéndote:

Criatura, si la vida te da limones...
Qué limonada, ni qué mierda!
Tu pide tequila Tequila y sal.


Maktub, una canción que nos trasporta al medio oriente

Fotograma de la película "The son of the Sheik", un film que fue rodado en 1926 y que convirtió a su protagonista Rodolfo Valentino en un autentico sex simbol de la época. Fue su último trabajo, su repentina muerte pocas semanas después de su estreno, provocó una conmoción popular como no había desatado antes la de ninguna estrella de la pantalla.


Estaba escrito,
en el tiempo y el espacio
que mi alma y la tuya una luz serian.
Estaba escrito,
durante milenios que en el fuego sagrado de la pasión nos consumiríamos.
Sol del desierto quemando la arena.
Tu presencia es el agua
que preserva la vida.
Paloma salvaje en el azul del alma
Tu amor es la luz que ilumina y ciega.
Fue escrito
Y Alá sabe que la serpiente mágica del amor nos haría dioses.
Está escrito antes de los tiempos
que la vida sólo vale la pena cuando el amor nos toca.


Maktub es una composición del  brasileño Marcus Viana