Henry Miller


Soy un hombre que desearía vivir una vida heroica, hacer el mundo más soportable a su vista. Si en algún momento de debilidad, de relajación, de necesidad, me desahogo dejando escapar un poco de cólera ardiente cristalizada en palabras -un sueño apasionado, envuelto y atado en imágenes- entonces... Tómenlo ó déjenlo, ¡Pero no me molesten!

Henry Miller

Espacios









Puedes mirar hacia el cielo negro tachonado de diamantes y puedes creer que ya sabes todo lo que hay que saber.
Pero hay más, el mayor Universo que conquistar no está en el cielo azul brillante,
ese que se derrama en  luces de oro que brillan más allá del tiempo, a la deriva, en un universo que se expande.

El mayor Universo que conquistar, está en nuestras propias mentes.
Los pensamientos son herramientas que matan y que curan,
Si llegas a lo profundo de ti mismo, veras que el sentido de la vida es precisamente tratar de encontrar un sentido a la vida.

Los sueños son las naves que nos llevan a donde deseamos ir a medida que surcan nuestro Oceano interior.


Vía láctea sobre Ontario, Canadá




Un hermoso time lapse de los cielos Dakotas

Fotografía: Edwar Curtis. El espejo del agua.


Y estando todavía en Xochicalco, uno muy anciano se le acercó. Su rostro era de muchos años, y sus arrugas formaban profundos surcos y con voz temblorosa le dijo: 

"Mucho he meditado para encontrar el sentido del Tiempo y ya casi me lleva de esta vida, y aún no sé cual es. Háblanos tú, del Tiempo. Y El se sentó frente a todos, y así les decía: Cuando tú hermano mío, te miras en la superficie del agua y crees que eres lo que ves, estás inventando al Tiempo. Si supieras que no eres ese traje de carne que vistes, ¿Qué te importaría el Tiempo? Para el Espíritu no hay Tiempo, sin embargo cuando el Espíritu da vida a un cuerpo, cree que es ese cuerpo y entonces padece las penurias de la materia y del Tiempo. ¡Cuántos hay que cuando muere su cuerpo creen que han muerto! ¡Y cuántos hay que cuando ven morir un cuerpo creen que el que lo habitó murió con él! Pena me da de ellos, que tan sólo ven con los ojos y no comprenden que los ojos del cuerpo sólo pueden ver cuerpos, y así la muerte de las cosas y no la Vida. Porque, ¿Cómo se le podría pedir a una raíz que bajo Tierra viera la luz del Sol? Sería muy difícil hacerle comprender que está alimentando a un tallo, a unas hojas y a unas flores que son ella misma en la superficie de la luz..." 

Quetzacóatl - Caitl Acotl


Fotografía: Edwar Curtis


Todas las cosas se mueven




"Todas las cosas cuando se mueven, de vez en cuando, aquí y allá, se detienen. El pájaro, cuando vuela, se detiene en un lugar para hacer su nido, y en otro para descansar de su vuelo. Un hombre, cuando camina, se detiene donde quiere. Así se ha detenido el Gran Espíritu, la fuente de toda sabiduría. El Sol, que es tan brillante y hermoso, es uno de los lugares en que se ha detenido. La luna, las estrellas y los vientos son cosas con las que ha estado. Los árboles, los animales, todos son lugares donde se ha detenido, y mi pueblo piensa en estos lugares y envía allí sus oraciones para que lleguen al lugar donde el creador se ha detenido, a fin de obtener ayuda y bendición… Esto sabemos: Todo en la Tierra tiene un propósito, toda enfermedad una hierba para curarla, y cada persona una misión. La muerte no existe ya que es sólo un cambio de mundos. Ser originario es una actitud, un estado de ánimo, una manera de estar en armonía con todas las cosas y todos los seres. Es permitir que el Corazón sea dador de energía en este planeta; es permitir que los sentimientos y la sensibilidad determinen dónde va la energía, trayendo la vitalidad del Cielo y de la Tierra, y ponerlo en cada Corazón y desde el Corazón. Ser originario no es ser un piel roja. Ser origen es una actitud. Si no es del espíritu, no es origen..."

"Si el Corazón del hombre se aleja de la Naturaleza se vuelve difícil".

Del silencio




Nosotros los indios sabemos del silencio. No le tenemos miedo. De hecho, para nosotros es más poderoso que las palabras.

Nuestros ancianos fueron educados en las maneras del silencio, y ellos nos transmitieron ese conocimiento a nosotros. Observa, escucha, y luego actúa, nos decían. Ésa es la manera de vivir.

Observa a los animales para ver cómo cuidan a sus crías. Observa a los ancianos para ver cómo se comportan. Observa al hombre blanco para ver qué quiere. Siempre observa primero, con corazón y mente quietos, y entonces aprenderás. Cuando hayas observado lo suficiente, entonces podrás actuar.




Con ustedes es lo contrario. Ustedes aprenden hablando. Premian a los niños que hablan más en la escuela. En sus fiestas todos tratan de hablar. En el trabajo siempre están teniendo reuniones en las que todos interrumpen a todos, y todos hablan cinco, diez o cien veces. Y le llaman “resolver un problema”. Cuando están en una habitación y hay silencio, se ponen nerviosos. Tienen que llenar el espacio con sonidos. Así que hablan impulsivamente, incluso antes de saber lo que van a decir.

A la gente blanca le gusta discutir. Ni siquiera permiten que el otro termine una frase. Siempre interrumpen. Para los indios esto es muy irrespetuoso e incluso muy estúpido. Si tú comienzas a hablar, yo no voy a interrumpirte. Te escucharé. Quizás deje de escucharte si no me gusta lo que estás diciendo. Pero no voy a interrumpirte.

Cuando termines, tomaré mi decisión sobre lo que dijiste, pero no te diré si no estoy de acuerdo, a menos que sea importante. De lo contrario, simplemente me quedaré callado y me alejaré. Me has dicho lo que necesito saber. No hay nada más que decir. Pero eso no es suficiente para la mayoría de la gente blanca.

La gente debería pensar en sus palabras como si fuesen semillas. Deberían plantarlas, y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos nos enseñaron que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar silencio para escucharla.
Existen muchas voces además de las nuestras. Muchas voces.

Libro “Ni lobo ni perro. Por senderos olvidados con un anciano indio”. Kent Nerburn
Fotografias: Edward Curtis


David Lynch y La LLorona

Cuando David Lynch la escuchó cantar en español y a capella una particularísima versión del conocido Criying de Roy Orbison decidió otorgarle un papel creado única y exclusivamente para ella en su aclamado film Mulholland Drive, y que acierto tuvo!. Descrita como la secuencia más original y sorprendente de una película ya  por si misma original y sorprendente, desde entonces hemos podido escuchar el mismo tema en la banda sonora de diversas películas y telefilms de exito como: Sin City, Streets of Legend, Man on Fire,  Mia Sarah, Prission Break, etc.

Señoras y señores, El club de los oniranautas les presenta La llorona de los Ángeles: Rebekha del Rio.



Otro día hablaremos de Mullholland Drive, que tiene mucha miga...

La escena del Club del silencio de Mullholland Drive


Espacio Mantra



Hoy no quiero que leas nada.

Quiero que cierres los ojos y escuches.

Son sólo apenas unos minutos, unos segundos… toda una eternidad…

Si eres capaz de que nada te turbe durante este tiempo, de que ningún pensamiento te interrumpa y de que sólo experimentas esto y estás con ello todo el tiempo… ¡¡será un milagro!! Si no lo consigues, es normal, no te preocupes, vuelve a intentarlo. Verás que cada vez serás más capaz de sencillamente ser consciente del aquí y el ahora que eliges.

También puedes tener los ojos abiertos: es lo mismo.

Experiméntalo, disfrútalo… es la sencillez… de la palabra y de la escucha