El libro rojo de Carl Jung


Todo ve la Luz en el momento preciso... será por esta razón que el enigmático Libro Rojo de Carl Jung es develado al público en estos últimos tiempos, luego de estar oculto y celosamente guardado durante años.

Este revelador libro, que en sus formas e imágenes evoca un libro iluminado medieval, no podía faltar en este espacio, es por eso que le dedico esta entrada.

   


El Libro Rojo (Rotes Buch en alemán; Red Book en inglés) es un manuscrito escrito e ilustrado por el psicólogo suizo Carl Gustav Jung entre aproximadamente 1914 y 1930, considerado el núcleo de su obra posterior. El escrito fue denominado por Jung Liber Novus, Libro Nuevo en latín. El manuscrito de tamaño folio (15.35 por 11.57 pulgadas; 38.99 por 29.39 cm) fue encuadernado en cuero rojo y era comúnmente referido por Jung como el Libro Rojo. Había permanecido inédito hasta su publicación el 7 de octubre de 2009.

LiberNovusOriginal.jpg

Durante la Primera Guerra Mundial, Jung comenzó una larga autoexploración que denominó su confrontación con lo inconsciente. Durante este período, desarrolló sus principales teorías de lo inconsciente colectivo, los arquetipos, los tipos psicológicos y el proceso de individuación, y transformó la psicoterapia desde una práctica preocupada por el tratamiento de la patología en un medio de reconexión con el alma y recuperación del sentido en la vida.1 En el corazón de este esfuerzo estuvo su legendario Libro Rojo (Rotes Buch en alemán; Red Book en inglés), un voluminoso, encuadernado en cuero, e iluminado volumen que creó entre 1914 y 1930, y que contenía el núcleo de sus obras posteriores.

Aunque Jung consideró el Libro Rojo, o Liber Novus (Nuevo Libro) el trabajo central en su obra, ha permanecido inédito hasta el día de hoy, y no disponible para su estudio e inadvertido para el público en general. El escrito puede ser mejor descrito como un trabajo de psicología en una forma literaria y profética. Es posiblemente el trabajo inédito más influyente en la historia de la psicología. Su publicación es un hito que inaugura una nueva era en la comprensión de la vida y trabajo de Jung.

Los años... cuando perseguí las imágenes interiores fue el momento más importante de mi vida. Todo lo demás se deriva de ello. Comenzó en aquel tiempo, y los detalles posteriores apenas importan nada. Mi vida entera consistió en la elaboración de lo que había irrumpido progresivamente desde lo inconsciente e inundado como una corriente enigmática y amenazado con desbordarme. Esa fue la sustancia y el material para más de una sola vida. Todo lo posterior fue meramente la clasificación externa, la elaboración científica, y la integración en la vida. Pero el inicio numinoso, que contenía todo, fue entonces.

El volumen tamaño folio (15.35 por 11.57 pulgadas; 38.99 por 29.39 cm) consiste en 205 páginas de texto en imperiosa caligrafía a mano de Jung y, desde su calificado pincel, impresionantes pinturas. De ellas, 53 páginas son imágenes completas, 71 páginas contienen texto y 81 imágenes y páginas son puro texto caligráfico.

El Libro Rojo es una obra que trae a la mente aquellos manuscritos iluminados tales como el Libro de Kells y los libros proféticos de William Blake.



Contexto

Jung estuvo ligado con Sigmund Freud durante un período de aproximadamente cinco años, comenzando en 1907. Su relación se volvería cada vez más enconada, y cuando la ruptura definitiva se produjo en 1913, Jung se retiró de muchas de sus actividades profesionales durante un tiempo para seguir desarrollando sus propias teorías. Los biógrafos no están de acuerdo en cuanto a si este período representó una crisis psicológica. Anthony Storr, reflejando el propio juicio de Jung de que fue "amenazado por una psicosis" durante este tiempo, llegó a la conclusión de que el período representó un episodio psicótico.

Jung se refería al episodio como una especie de experimento, una confrontación voluntaria con lo inconsciente. La biógrafa Barbara Hannah, que estuvo próxima a Jung más tarde en su vida, comparó la experiencia de Jung al encuentro de Menelao con Proteo en la Odisea. Jung, dijo, "hizo una norma de no permitir marchar a la figura o figuras con las que se encontró hasta que le hubieran dicho por qué se le habían aparecido".



Contenido

El Libro Rojo fue un producto de una técnica desarrollada por Jung que denominó imaginación activa. Tal como lo describe Jung, fue visitado por dos figuras, un anciano y una mujer joven, a las que identificó como Elías y Salomé. Estuvieron acompañados por una gran serpiente negra. Con el tiempo, la figura de Elías se convertiría en un guía espiritual que Jung llamó Filemon (ΦΙΛΗΜΩΝ, originalmente escrito en griego). Salomé fue identificada por Jung como una figura de ánima. Las figuras, según Jung, "me llevaron al convencimiento de que existen otras cosas en el alma que no hago yo, sino que ocurren por sí mismas y tienen su propia vida".

La figura Filemón representaba un conocimiento superior, y se comunicaba a través de imágenes míticas. Las imágenes no parecían provenir de la propia experiencia de Jung, interpretándolas como productos de lo inconsciente colectivo. Además de las palabras de Filemón y de las otras figuras, el Libro Rojo contiene iluminaciones detalladas en dos tercios de sus páginas. Algunas de ellas se reproducen en el libro de Aniela Jaffé, C.G.Jung: Word and Image.

Las fantasías que por entonces se le presentaban a Jung las escribía primeramente en el Schwarzes Buch (Libros Negros) y posteriormente las transcribía al Rotes Buch (Libro Rojo), ampliado con ilustraciones, una de ellas la del propio Filemón.

Aniela Jaffé aclara que "El Schwarzes Buch comprende seis volúmenes encuadernados en piel negra; el Rotes Buch, un infolio encuadernado en piel roja, contiene las mismas fantasías, pero en una forma y lenguaje retocados y en escritura gótica caligráfica, a la manera de los manuscritos medievales".

Jung incluirá en sus memorias (Recuerdos, sueños, pensamientos) dos escritos independientes del Schwarzes Buch y Rotes Buch:
Por un lado, un Complemento al Rotes Buch (1959).
Y por otro, los Septem Sermones ad Mortuos (1916).


Los textos y dibujos que componen el Libro Rojo (Rotes Buch, Liber Novus) del psiquiatra Carl Gustav Jung (Suiza 1875-1961) son el producto de un proceso de autoexploración de sus profundidades psíquicas en un momento de profunda crisis. Dicha crisis coincide con la ruptura de su amistad y colaboración con Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis. La amistad se había mantenido durante 8 años (1906 a 1913), durante los cuales intercambiaron ideas y llegaron a construir el sueño común de la internacionalización del psicoanálisis, interés que no impedía, sin embargo, que aparecieran grandes diferencias entre sus posiciones teóricas (de hecho Jung manifestó las suyas desde antes de conocer personalmente a Freud). Tres grandes temas freudianos no podía aceptar Jung: la interpretación de la sexualidad y de su papel exclusivo en la causa en los dramas anímicos de los individuos y los pueblos, la religión como proyección neurótica de elementos inconscientes y lo inconsciente como depósito personal de lo indeseable.

En 1913 las diferencias se agudizan, Jung es expulsado del movimiento psicoanalítico y se encuentra sumido en una profunda soledad e indefensión, se agudiza la crisis de la mediana edad y aparecen miedos e inseguridades frente a lo que será su futuro y a su responsabilidad como terapeuta, docente y hombre de familia. Lo que sucede a continuación, dicho en términos de su propia teoría, es que la energía psíquica activa en su inconsciente una serie de imágenes e ideas que le abruman, sueños y visiones totalmente incomprensibles (estas imágenes corresponden a las ilustraciones del Libro Rojo). Entonces decide renunciar a su trabajo como docente universitario y reduce su actividad laboral al ejercicio de la psicoterapia. Decide también transformar su experiencia en una investigación a la que dará más tarde el nombre de “confrontación con el inconsciente” o “enfermedad creativa”.

Los hechos ocurren de la siguiente manera: Frente a su confrontación con el inconsciente Jung busca en un principio, al mejor estilo freudiano, en los eventos de su biografía, dice repasarla dos veces buscando algo que fuera causa de esas manifestaciones. Llega a la conclusión de que no es este el sentido de lo que experimenta. Se trata, de eso dará cuenta su investigación, de imágenes que hablan más de lo que va a ocurrir que de lo que ha ocurrido. En otras palabras, sus sueños y visiones expresan la transformación psíquica que se opera en él en plena crisis de la mediana edad, le anuncian aquello en lo cual habrá de convertirse, aquello que constituirá su obra y al mismo tiempo su vida (de hecho afirmará en su autobiografía que su vida y su obra son inseparables).


Lo que sí le es útil de aquellos dos repasos biográficos es el descubrimiento de que el niño que fue, el que había jugado con piedrecitas a los 11 o 12 años aún estaba vivo y no solo eso, que se hallaba tan desamparado como se había sentido en aquella época. Psicoanalíticamente esto se relacionaría con una “regresión psicológica”, pero Jung finalmente la interpreta como la necesidad y posibilidad de recurrir a las fuentes arquetípicas de la creatividad que todos llevamos dentro, las cuales están representadas por el niño en el sentido de la infancia biográfica y se concretan en una imagen interior que llamará el Arquetipo del Niño. Jung empieza a jugar a construir un pueblo entero con piedrecillas, acepta su desamparo y que siendo un hombre con esposa e hijos no puede hacer más que jugar. Esto, junto al dibujo y escritura de sus fantasías, se convierte en el medio de su curación y es el inicio del descubrimiento de una teoría y un método en el que el desarrollo de la imaginación y la creatividad juegan un papel importantísimo.

En definitiva, el Libro Rojo, es la evidencia de un proceso curativo durante el cual el Ego de una persona (Jung), enfrentado a la incomprensión exterior e interior, renuncia con humildad a su “supuesta capacidad y control” (herencia de la modernidad) y recurre a fuentes desconocidas, muchas de ellas tesoros de la humanidad, imágenes colectivas que le recuerdan que no es la primera vez que un ser humano se enfrenta a tal situación (los mitos y las leyendas sobre la vida del héroe así lo comprueban). El Libro Rojo contiene por ello textos e imágenes análogas a las de algunas religiones y mitos antiguos, las cuales le permitieron encontrar sentido al proceso que se daba en él y hallar una vía de retorno no sólo como individuo sano sino como revolucionario de la psicología y de la hermenéutica en general.


Jung redescubre para nosotros la importancia de la bitácora, del diario de viaje interior; una práctica antigua pero olvidada en un mundo en el que los paisajes interiores y sus personajes, se permiten sólo a las experiencias del artista y a las que llega peligrosamente el adicto a los enteógenos o el psicótico. El autor del Libro Rojo resaltaría siempre la gran utilidad de poner por escrito o en dibujos los materiales provenientes del fondo anímico, pues se da “forma objetiva” a lo que, por su cualidad subjetiva, puede convertirse en amenazante para el Yo. Este psiquiatra Suizo, gracias a su propia vivencia, da a conocer la amplitud del alma humana, una amplitud que puede llegar a conectarnos con toda la humanidad, a hacernos uno con el mundo (incluida la naturaleza); un buen antídoto, a mi parecer, para esta atomización, individualización e inflación psíquica tan propia de nuestro tiempo y cuyos desastrosos resultados evidenciamos en nuestras relaciones interpersonales y en la destrucción y afeamiento del entorno.


Lo que confronta Jung es, no obstante, peligroso. Muchos se han aventurado solos en estos caminos y han caído en la locura. Por suerte él crea para nosotros un método seguro gracias a la sistematización que realiza de su propio viaje. Cuando emerge de su crisis tiene entre sus manos las bases conceptuales y metodológicas de un sistema psicológico al que denominará Psicología Analítica. Así, a las predisposiciones psíquicas colectivas dará el nombre de Arquetipos y a los conjuntos de imágenes con los que estos arquetipos se expresan las llamará Complejos. Sus métodos son el dialógico (que comparte con el psicoanálisis clásico), la imaginación activa, la interpretación de los sueños y las expresiones plásticas (moldeado, pintura, dibujo). Así mismo, de sus experiencias otros han derivado métodos análogos como el de la Caja de Arena (Dora Kalf).
La simbología proveniente de religiones diferentes al cristianismo fascinó a Jung (hay que recordar que era amigo personal y colaborador del historiador de las religiones Mircea Eliade). En su libro “Símbolos de Transformación” (a raíz de cuya publicación en 1912 se dio su separación definitiva de Freud), demuestra que las imágenes procedentes del budismo, hinduismo, brahmanismo, lamaísmo, y religiones más antiguas como las sumerias, egipcias y griegas responden, de acuerdo a contextos geográficos e históricos particulares, a preguntas similares, las mismas preguntas arquetípicas que, en su momento, permitieron el surgimiento del cristianismo. Jung reconoce además que sus ritos responden a necesidades de transformación de la energía psíquica y que facilitan dicha transformación, motivo por el cual inciden en la salud psíquica y física de sus practicantes (anotemos de paso que él mismo practicaba diariamente el Yoga). Podemos decir con claridad que, para la Psicología Analítica, la religión no es una enfermedad colectiva o el intento de huir de las realidades diarias como algunos desde diferentes posturas teóricas han establecido, para esta psicología la religión es la respuesta obligada a una eterna pregunta humana por la trascendencia. Jung afirmó una y otra vez que él nunca se refería a la existencia o no de Dios, los espíritus o el más allá, que se refería principalmente a la existencia, en el inconsciente colectivo, de una necesidad de dichas imágenes y que, de no responder a esta pregunta por la vía religiosa, un ser humano respondería inevitablemente de otras maneras menos adecuadas para tal fin: una filosofía, un sistema político, una obsesión, una manía o, peor aún, un ser humano (el propio ser inclusive), sería tomado como deidad o como sistema religioso.
Algunos han afirmado que este es el siglo de Jung, tal como fuera el siglo XX el de Freud. Lo cierto es que, si bien durante su vida sus ideas fueron bien recibidas en algunos ámbitos, la conciencia colectiva estaba mucho más dispuesta para ideas de corte más positivista. Es de anotar que a su muerte (1961), el germen de movimientos e ideas que apoyaran un trascender la modernidad apenas se encontraban en ciernes. En la actualidad, en cambio, se va dando un giro que permite la relectura de tantas ideas que en algún momento se adelantaron a su tiempo. La teoría general de los complejos desarrollada por Jung y su concepto de la “realidad psíquica”, por ejemplo, se alinean perfectamente con las actuales teorías de la complejidad pues, en el fondo, propenden por un descentramiento del Yo en bien de la posibilidad de comprender la diversidad interna y externa, como el trasfondo de toda posibilidad de crear y re-crear realidades. La autora española Pilar Choza afirma inclusive que fue Jung, en su nota sobre el Ulises de Joyce, quien dio carta de nacimiento a la posmodernidad; es curioso que la primera denominación que propuso Jung para su teoría fuera la de Psicología Compleja.
Hasta el día de hoy no han dejado de crecer en todo el mundo los institutos de estudios junguianos y asociaciones de terapeutas que buscan formarse como analistas o que se inspiran en esta psicología. Así mismo, las publicaciones de libros de psicología junguiana o de otras corrientes que aluden a la ella también aumentan exponencialmente. En la actualidad la casi totalidad de los países latinoamericanos cuentan con grupos y asociaciones reconocidas o no en el seno de la IAAP (International Asociation for Analitical Psychology). En Colombia existe, desde el año 2004, la primera asociación (Asociación para el Desarrollo de la Psicología Analítica en Colombia. Adepac), la cual desarrolla actividades de difusión de la teoría analítica. Actualmente existen varios grupos de estudio en todo el país y, en la Universidad de Antioquia (Medellín), se imparten las cátedras Mitos y Símbolos (Dra. Martha Cecilia Vélez S.), así como las de Escuela Junguiana y Clínica Junguiana (Mg. Lisímaco Henao H.). También en esta universidad existe el servicio de asesoría de prácticas y tesis orientadas desde la psicología analítica.


Los aportes de esta corriente a la contemporaneidad son variados, por ejemplo la posibilidad de una despatologización de la vida, en el sentido de que nos hacemos más comprensivos con lo diferente pues descubrimos que lo diferente nos habita. Conceptos como los de de “Sombra” y “Máscara” no muestran de manera plástica que no hay nada en el otro que yo no pueda estar viviendo simbólicamente y, al contrario, que no hay nada en mí tan extraño como para que tenga que extrañarme del mundo. Ofrece además un paliativo a esta tendencia enfermiza en la sociedad actual al individualismo y al desprecio por lo diferente, pues pone en nuestras manos la responsabilidad de comprendernos como un gran tejido. Al mostrar el inconsciente como fuente creativa de transformaciones, nos acerca a nuestros sueños y nuestros pequeños o grandes síntomas de una manera más comprensible y menos aterradora. Reúne nuevamente alma y cuerpo al establecer una teoría energética unificada, donde las expresiones del cuerpo son también expresiones del alma pues la misma energía que nos hace soñar palpita en nuestro corazón y circula en nuestra sangre. La psicología de Jung nos advierte sobre lo peligroso de cualquier extremo o absolutismo pues explora el símbolo como lo plurisignificativo, aquello que nos habita y habita un mundo siempre inacabado, donde la última palabra no está dicha y el modelo perfecto no ha sido establecido, una realidad en la que La Belleza, La Inteligencia, La Justicia o La Riqueza pueden tener muchas voces y no solo las señaladas por el prejuicio.

Publicación y visualización

Primera edición del Libro Rojo en inglés.

Hasta 2001, los herederos de Jung se negaron a autorizar la publicación del libro y permitir a los estudiosos el acceso al mismo, permaneciendo buena parte del tiempo encerrado en la caja fuerte de un banco suizo. A fecha de septiembre de 2009, sólo alrededor de dos docenas de personas lo habían visto. El historiador Sonu Shamdasani, un empleado de los herederos de Jung y su asesor en el manejo del material inédito, y Stephen Martin, analista junguiano, crearon la Fundación Philemón con el fin de facilitar la publicación de las obras inéditas de Jung.

Ulrich Hoerni, nieto de Jung, que gestiona sus archivos, decidió publicarlo tras tres años de ser persuadido por Shamdasani. W. W. Norton & Company preparó una edición facsímil del Libro Rojo en su versión original en alemán, con traducción al inglés y extensa anotación. En 2007, DigitalFusion escaneó la obra a una décima parte de un milímetro con un escáner de 10.200 píxeles Finalmente salió a la luz el 7 de octubre de 2009.

El Rubin Museum of Art de Nueva York mostró el libro original y pequeños diarios originales, así como el Schwarzes Buch (Libros Negros) del 7 de octubre de 2009 al 15 de febrero de 2010 De ahí se trasladó al Hammer Museum de Los Ángeles, California, del 11 de abril al 6 de junio de 2010 Finalmente recaló en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Washington D. C., del 17 de junio al 25 de septiembre de 2010.

Tras su inicial periplo estadounidense se exhibe actualmente en Europa, comenzando en el Museum Rietberg de Zúrich, Suiza, del 17 de diciembre de 2010 al 20 de marzo de 2011, para exhibirse después en el Museo Guimet de Francia del 7 de septiembre al 7 de noviembre de 2011, coincidiendo con la publicación de su versión francófona. Del 25 de noviembre de 2011 al 25 de marzo de 2012 retornó a su origen en Suiza, presentándose en la Martin Bodmer Foundation, Cologny, Ginebra.



The Red Book - the Secrets of C.G Jung (Part 1)



Adentro del “Libro Rojo” de Jung. Seis preguntas a Soni Shamdasani 


Por Scot Horton
Traducción de Enrique Eskenazi

La publicación tanto tiempo esperada del Libro Rojo de C. G. Jung está causando sensación en el mundo de la psicología. A pesar del enorme tamaño de sus hojas y de su elevado precio, el libro ya está en su tercera edición. He planteado seis preguntas al destacado estudioso de Jung Sonu Shamdasani, Profesor Philemon de Historia de Jung en el Wellcome Trust Centre for the History of Medicine en el University College de Londres, que fue director de la edición del libro y lo tradujo del alemán, junto con Mark Kyburz y John Peck.
1. El lado técnico de este libro es fascinante: está realizado en hojas tamaño folio cubiertas con caligrafía en varios estilos Chancery diferentes, y está ilustrado con imágenes seductoras en colores vivos, a veces empleando oro en polvo. ¿Realizó Jung físicamente este libro por sí mismo? ¿Qué obras tomó como modelos?

Prof. Sonu Shamdasani

Jung efectivamente produjo la obra por sí mismo. En el volumen de folios de cuero rojo, titulado Liber Novus (Nuevo Libro) transcribió con gran esfuerzo los manuscritos en una tipografía caligráfica, encabezada con una table de abreviaturas, y la ilustró con iniciales ornamentadas, bordes adornados y pinturas. Las pinturas representan inicialmente escenas descritas en el texto. En un estadio ulterior, los cuadros sed vuelven más simbólicos, relacionados con fantasías de su sus Libros Negros, representando elaboraciones ulteriores de su cosmología privada. La obra claramente fue modelada según manuscritos ilustrados de la Edad Media, con los que supongo que estaba familiarizado desde sus días de estudiante en Basilea, aunque no es claro si hubo alguna obra particular que tomase como modelo. La mayor semejanza es con las obras ilustradas de William Blake, con las que Jung estaba familiarizado, aunque no es seguro cuándo se encontró con ellas por primera vez.
2. Los tipos usados parecen seguir manuscritos de los siglos XV y XVI -la Edad de la Fe llega a su fin y se despliega el Renacimiento -y con ello, la crisis del método científico. ¿Es eso pura coincidencia o nos cuenta algo acerca de la intención de Jung en el libro?

Prof. Sonu Shamdasani


No creo que sea accidental. Hacia el final de la segunda de las tres partes de la obra, titulada Liber Secundus, Jung escribió: “Debo dar con una pieza de la Edad Media -dentro de mí. Sólo hemos acabado la Edad Media de -otros. Debo comenzar temprano, en aquel periodo en que murieron los eremitas”. La historia psicológica de la humanidad, tal como Jung la veía, vivía en el alma. En su enfoque el conflicto secular que emergió al comienzo del siglo XVI tubo consecuencias con las que Occidente aún estaba luchando, y había conducido a una separación de la ciencia natural y la religión, que Jung considero que su psico0logía intentaba resolver. Consiguientemente, después de trabajar en el Liber Novus, Jung pasó las décadas siguientes estudiando la psicología de la alquimia occidental, arguyendo que formaba una contraparte a su psicología del proceso de individuación.
3. Jung escribe con frecuencia en primera persona. Sin embargo a menudo que el orador no es Jung sino otra voz que está canalizando. Los estudiantes de Jung han visto esto en otras obras, como los Siete Sermones, y ha motivado buena cantidad de críticas a Jung por su alejamiento del método científico aceptado. ¿Cómo entiende la función de esta voz tal como aparece en el Libro Rojo?

Prof. Sonu Shamdasani


Creo que el término “canalizar” es falaz en este contexto. El texto presenta una serie de fantasías en las que ocurren diálogos dramáticos. Jung entra en discusión con las figuras que aparecen, y luego intenta extraer lecciones de su intercambio. Consideraba a estos personajes como aspectos diferentes de su personalidad. El texto describe su intento de reconocer y ponerse de acuerdo con estos aspectos diferenciando las voces, y eventualmente llegar a integrarlos.

Inicialmente este ejercicio era un intento de estudiar lo que en 1912 había descrito como fantasía o pensamiento no dirigido, en oposición al pensamiento dirigido. En esta época en la psicología la auto-experimentación estaba muy difundida, y la introspección era uno de los métodos más comunes, aunque cada vez más cuestionado. De modo que en este sentido, no había un distanciamiento importante de los procedimientos de auto-investigación predominantes em la psicología. A la vez, Jung ciertamente no consideraba que el trabajo resultante fuera científico: creo que podría describirse mejor como una obra de psicología bajo una forma literaria y profética.
4. Como ha notado, la publicación del Libro Rojo mostrará al mundo un nuevo lado de la personalidad de Jung, y una que aparentemente intentó mostrar públicamente, aunque su familia se resistió a esta decisión. ¿Qué índices tiene para la suposición de que Jung esperaba que el Libro Rojo se publicara? ¿Por qué era reacia su familia?

Prof. Sonu Shamdasani


Para comenzar, debe diferenciarse claramente los Libros Negros de Jung, en los que él escribió inicialmente sus fantasías junto con reflexiones sobre sus estados mentales, del Liber Novus. Los primeros eran registros de un auto-experimento, mientras que el último tomó en parte estos materiales para componer una obra pictórica y literaria. La dedicatoria "Amigos míos" aparece en el libro como un refrán. Después de componer un manuscrito, Jung consiguió que lo tipearan y lo editasen. Un manuscrito contiene sugerencias editoriales de un colega. Luego él lo transcribió en el volumen de folios de cuero rojo, revisamndo0 nuevamente el material. En 1924 hizo que se transcribiera esta versión otra vez. En algún momento a mediados de los años 20' regresó a un apunte anterior, y otra vez le hizo revisiones extensas. Durante este periodo tuvo largas conversaciones con Cary Baynes y Wolfgang Stockmayer respecto a publicarlo, y la forma que debería tomar. Tal actividad editorial no tiene sentido a menos que Jung considerara seriamente publicarlo. Aunque eventualmente decidió no publicarlo durante su vida, el epílogo sin concluir que añadió indica claramente que esperaba que fuera leído por otros. En este, escribió:

“He trabajado en este libro durante 16 años. Mi encuentro con la alquimia en 1930 me alejó de él. El comienzo del fin vino en 1928, cuando Wilhelm me envió el texto de la "Flor de Oro", un tratado alquímico. Allí encontró el contenido de este libro su camino hacia la realidad y ya no pude continuar trabajando en él. Para el observador superficial aparecerá como locura. También podría haberse desarrollado en tal, si no hubiese sido capaz de absorber la fuerza abrumadora de las experiencias originales. Con la ayuda de la alquimia, finalmente pude ordenarlas en un todo. Siempre supe que estas experiencias contenían algo precioso, y por lo tanto no se me ocurría nada mejor que escribirlas en un libro "precioso", es decir costoso, y pintar las imágenes que emergieron al revivirlo -tan bien como podía. Sabía cuán temerosamente inadecuado era este emprendimiento, pero pese a mucho trabajo y muchas distracciones permanecí fiel a él, aún cuando otra posibilidad nunca...”

En su testamento la obra fue dejada a la custodia de su familia, sin estipulaciones. Empero también hizo varios enunciados verbales sugiriendo que fuera donado a un archivo y disponible para estudiar después de un cierto número de años. Hasta mediados del siglo XX, la familia había estado comprometida en apoyar la publicación de sus Obras Reunidas en alemán. Sólo cuando se acercaba su completamiento surgió seriamente la cuestión de qué hacer con sus extensos manuscritos no publicados. Cuando comencé a discutir la obra con ellos en 1997, no había sido estudiada de cerca o seriamente considerada por los miembros vivos de la familia.

Cuando se conversó, se hizo claro que Jung había dado copias a asociados cercanos, y que no era un diario privado, íntimo, sino una obra concebida para la publicación, que formaba la base de sus siguientes Obras Reunidas, cuya génesis no podía captarse completamente sin estudiarlo.
5. ¿Cómo cree que afectará a la imagen de Jung en los próximos años la publicación del Libro Rojo?

Prof. Sonu Shamdasani


Me parece más fácil prever la situación digamos en diez años que justo después de la publicación. En ese tiempo la publicación será vista como haciendo un corte comparable al efecto de la publicación de los códigos de Nag Hammadi en el estudio del gnosticismo -finalmente, se está en la posición de estudiar la génesis de la obra de Jung y lo que ocurrió en él durante este periodo crítico, sobre la base de documentos primordiales en lugar de murmuraciones, especulación y fantasía. Ofrece una ventana sin precedentes para ver cómo Jung fundió sus fantasías con su erudición e intentó formar una ciencia de la psicología. Se puede rastrear los pasos de la experimentación de Jung con sus fantasías y sus elaboraciones y reflexiones sobre ellas, mediante su intento de forjar principios generales y confirmar estos principios en su trabajo con sus pacientes, y finalmente en la investigación histórico-comparativa. Las obras escritas sobre Jung se clasificarán en términos de un antes y un después, y se ordenarán de acuerdo a ello. Solo sobre esta base pueden comenzar a escribirse las biografías de Jung. En cuanto a la reacción inmediata, es probable que los comentadores encuentren allí confirmadas sus preconcepciones.

6. Una de las sorprendentes imágenes aparece en el folio 36, al final del capítulo 6, “Los restos de los templos antiguos”. La notación al margen de Jung dice que fue pintado aproximadamente en la Navidad de 1915. ¿Cómo se relaciona esta imagen dramática con el texto, y como la interpreta en el contexto del pensamiento junguiano?
Prof. Sonu Shamdasani

Es un retrato de Izdubar. Izdubar era un nombre antiguo que se le daba a la figura a hora conocida como Gilgamesh., basada en una mala transcripción. SE parece a una ilustración de él en Ausführliches Lexikon der griechischen und römischen Mythologie, de Wilhelm Roscher. Jung analizó la épica de Gilgamesh. en 1912 en Transformaciones y Símbolos de la Libido, usando la forma correcta. Su empleo de la forma más antigua indica aquí que este personaje se relaciona con la figura de la épica, sin ser idéntico a ella. Jung encuentra a Izdubar en una fantasía. Jung le dice que viene del Oeste, y le cuenta a Izdubar acerca de la puesta del sol, la redondez de la tierra y el vacío del espacio interestelar. Izdubar quiere saber de dónde ha obtenido este conocimiento, y si hay una tierra inmortal a la que se dirija el sol para renacer. Jung dice que viene de un mundo donde ésto es ciencia. Izdubar esta horrorizado de oir que nunca podemos alcanzar el sol y que no puede lograrse la inmortalidad, y se derrumba, envenenado por esta ciencia. Izdubar se pregunta si hay dos tipos de verdad. Jung dice que su verdad viene de las cosas externas, mientras que la verdad de los sacerdotes de Izdubar viene de las cosas internas. Jung enciende una cerilla y le muestra su reloj. Izdubar está sorprendido. Empero Jung le dice que la ciencia occidental no ha hallado un medio contra la muerte. Izdubar pregunta cómo puede vivir Jung con esta ciencia venenosa. Jung dice que se han acostumbrado, y han tenido que tragar el veneno de la ciencia. Izdubar pregunta si tienen Dioses. Jung dice, que no, sólo las palabras. Izdubar dice que ellos tampoco ven los Dioses. Jung dice que la ciencia les ha quitado la fe. Jung dice que no puede soportar pozo, por lo que ha ido al Este a buscar la luz de la que carecen. Jung añora la verdad de Izdubar. Izdubar le dice que tenga cuidado, pues podría quedarse ciego.

En términos del pensamiento de Jung, esta escena dramatiza el encuentro entre lo antiguo y lo moderno, el conflicto entre las verdades de la ciencia y las verdades del mito y la religión, que él esperaba reconciliar en la forma de su psicología.

Scot Horton , 2009

2 comentarios: